Repensar
la educación
Todos estaremos de acuerdo en que la educación se
encuentra en una auténtica situación de crisis: los malos
resultados académicos, la falta de motivación del alumnado, los
problemas de convivencia en las aulas y, en definitiva, el
desprestigio de la educación pública, así lo evidencian. ¿Cómo
hemos llegado a esta crisis educativa? A esta pregunta ya trató de
dar respuesta la prestigiosa autora Inger Enkvist en su libro
“Repensar la Educación”, cuya primera edición data del año
2006 [1]. Según la autora, a esta crisis educativa se ha llegado en la
mayoría de países desarrollados como consecuencia de haberse
impuesto una ideología educativa que no responde a las necesidades
de la juventud ni de la sociedad.
En el libro se expone cómo la aplicación de tendencias
pedagógicas disfrazadas de un falso halo científico, como el
constructivismo, ha supuesto un desprecio hacia el
conocimiento, llegando incluso a acusar a éste de ser causa de
desigualdad. Así mismo, esta corriente del constructivismo ha
relegado al profesorado al papel de un guía del proceso de la
enseñanza, o de un simple organizador de situaciones de aprendizaje.
Según I. Enkvist, a los “pedagogistas” no les interesan las
asignaturas, sino las diferencias entre el alumnado, y han decidido
que la escuela sea el lugar en que se resuelvan los problemas de la
desigualdad. De esta forma, sus únicas preocupaciones van dirigidas
al diseño de programas sobre valores y a crear ciertos ambientes
pedagógicos, en lugar de a la transmisión de conocimientos y a la
observancia de que éstos hayan sido adquiridos.
En
el texto, se nos muestra cómo las diferentes políticas educativas
han seguido una línea marcadamente ideológica, y que
nunca se ha propiciado un debate o reflexión alguna sobre el modelo
educativo, imponiendo, en su lugar, el que tocaba como la única
opción posible. Como muy bien expone Rodolfo Mauricio Biccoca en un
artículo que resume el libro [2], «…
La política ha
conquistado la escuela a través de estas ideologías, que no
tienen como meta la adquisición de conocimientos ni la formación
ética de los educandos, sino el “cambio social”. Lo que hoy se
llama crisis de la educación es la consecuencia lógica de no
permitir a la escuela y a los docentes desempeñar su función
propia, la enseñanza. En cambio, se les ha asignado cometidos ajenos
a su naturaleza y finalidad».
La conclusión final del libro de I. Enkvist es que es
necesario repensar la educación si queremos que ésta se recupere de
su situación crítica. Al final del libro, la autora menciona
algunos factores clave para que esto pueda ocurrir.
Las
ideas que se exponen en este libro siguen siendo válidas
actualmente, ya que las reformas educativas posteriores a la fecha de
su publicación no han hecho sino dar continuidad a las mismas
tendencias. Eso sí, cambiando la jerga pedagógica para disfrazarlas
según los intereses del momento. Así, hoy con la LOMLOE tenemos el
aprendizaje
por competencias,
las cuales son la culminación del desprecio al conocimiento y las
situaciones
de aprendizaje, un enfoque pedagógico cuya pretensión es seguir relegando al profesor a un mero papel de
guía, y no de protagonista, del proceso de la enseñanza.
Hoy
sigue siendo muy necesario ¡Repensar la Educación!.
[1] Recomendamos
la lectura del libro al que puede accederse en formato pdf en este enlace.
[2] También recomendamos la lectura de este artículo que resume lo
expuesto en el libro